Después de analizar la portada y la
contraportada del número 1 del “Diario Noticioso,
Curioso-erudito, y Comercial Público y Económico” publicado el 1
de febrero de 1758 encontramos muchas diferencias con los modelos actuales.
Empezando por la primera página lo que más
llama la atención es la maquetación y el
contenido. Mientras que en los periódicos actuales la portada está dedicada a
las noticias que cada editorial considera más importante, en este primer
ejemplar se trata de una carta del escritor del mismo en la que expresa la
intención que tuvo al publicar este periódico y en la que comenta las
reacciones que cree que va a causar. Otra diferencia importante es el uso del
lenguaje: las excesivas mayúsculas si lo comparamos con la actualidad, además
de la falta de tildes en las mismas. Relacionado con esto, encontramos también
varios monosílabos con tilde que ahora no llevan (tilde grave). En esta portada
hay también varios signos que ahora no se usan como la “ʃ”, que se puede
confundir con una “f”, o “V” que se refiere a “vuestras mercedes”, es decir, “ustedes”.
Otra notable diferencia es la aparición de alguna errata en la portada, en este
caso “erudiditos”. Al tener que hacerse planchas y moldes con cada letra, los
errores eran muy difíciles de corregir. En cambio ahora, con los ordenadores,
los podemos cambiar sin ningún problema por lo que en muy pocas ocasiones nos
encontraremos con este tipo de fallos.
Otra gran diferencia en el contenido de la portada actual es la puntuación, muy
distinta a la actual. Por último y quedándonos sólo con la primera impresión,
la portada del primer diario español es mucho menos vistosa que las actuales
además de no incluir, como es obvio, ninguna foto, dibujo o similares además de
ser mucho más pequeña: tenía el tamaño de una cuartilla.
La contraportada del diario publicado el 1 de febrero de 1758,
si no nos fijamos en el final de la misma, parece sólo una página más del
periódico pues, si nos centramos en el comienzo, la primera frase está cortada
ya que ya ha empezado en la página anterior. Al igual que en la portada, la
ortografía y los usos de las tildes son distintos a como son ahora. A
diferencia de en las últimas páginas de los periódicos actuales en las que
suele haber entrevistas o noticias de carácter humano, en ésta se dedica un
poco de su espacio a un anuncio y, la mayoría, a lo que en la actualidad serían
anuncios por palabras: un sitio en el que criados escribían buscando amo y
viceversa o alguien ofrecía a alguna persona que conocía. Debajo de esta
sección de “amos, y criados”, se muestra dónde fue publicado el periódico
aunque sin el número de la calle: por aquel entonces se indicaba refiriéndose a
lugares cercanos. Añaden también “con privilegio del Rey N.S” que significa “nuestro
señor”. Debajo de esto se describen los lugares de venta y, para lograr su localización, se expresa algún lugar significativo que estaba
próximo. Por último, la contraportada, y
también el periódico, se cierra anunciando que cualquier anuncio para ser
publicado puede ser llevado a alguno de los lugares de venta anteriormente
mencionados, además del precio del diario que, en los periódicos actuales, está
siempre en la portada.
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