miércoles, 23 de abril de 2014

Una lección de periodismo de Gabriel García Márquez.

Como suele ocurrir cuando fallece un autor importante, los supuestos seguidores y la grandeza de sus obras se disparan. No pudo ser menos el caso de Gabriel García Márquez, fallecido el pasado 17 de abril. Nacido en Colombia en 1927, el que fue escritor, novelista, cuentista, guionista, editor y periodista, contaba con un Premio Nobel que le otorgó la academia en 1982.

Algunas de sus obras más importantes son Crónica de una muerte anunciada, Noticia de un secuestro o Relato de un naufrago. No obstante su obra más conocida es Cien años de soledad que, además, está considerada como una de las más características del realismo mágico. Lo que caracteriza a todas estos libros es que todos son reportajes que están basados en hechos reales investigados por el propio autor. Esto ayuda a entender el interés que García Márquez tenía por el periodismo y, especialmente, por el reportaje. Explica también la estructura de sus obras: considera esencial la estética pero también la veracidad por lo que todas gozaban de gran precisión. Llegó a decir, por ejemplo, “si mientes, siempre hay alguien que acaba sabiéndolo. Un dato falso pone en duda todo el reportaje. Un dato cierto da crédito a una novela”.

Después de leer y trabajar “Érase que era un periodista llamado Gabriel García Márquez”, publicado el 20 de abril en La Nueva España y escrito por Evelio González Palacio, podemos sacar algunos datos más sobre su vida que quizás son menos conocidos. Además de “Gabo” y “Gabito” había quien lo llamada, por ejemplo, “el coronel de Macondo” (por su obra más importante). En este artículo se hace referencia también a que, a pesar de que le “murieron en las necrológicas como novelista”, “toda su vida fue un periodista” y añade “andan las redacciones repletas de reporteros de novela en el baúl, puestos a cambiar de acera”, refiriéndose a que muchos periodismos quieren ser escritores y, como no pueden, están en el periodismo. Éste no es el  caso de García Márquez. Conocemos también, gracias a este artículo, lo que el autor opinaba sobre la longitud de la obra “la norma sobre la longitud: lo menos posible, sin matar algo”, es decir, que no falte ningún dato significativo. Era, además, un autor y escritor en todo momento: “se me enfría el brazo si no escribo”, tienes que estar escribiendo continuamente para no entorpecerte.

Gabriel García Márquez es uno de los mejores ejemplos de los últimos tiempos de escritores que mezclan exitosamente literatura y periodismo. En sus últimos años, además, trató de explicar a los jóvenes la importancia que tenían los buenos reportajes y crónicas además de intentar llevar al periodismo al lugar al que le corresponde. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario